Naomi Klein es una reconocida periodista, escritora y activista canadiense, cuyas investigaciones se han enfocado en las dinámicas del poder económico, la globalización y la justicia social. Nacida en 1970, se dio a conocer internacionalmente con su libro No logo (1999), una crítica al dominio de las marcas multinacionales en la cultura y la economía. Sin embargo, fue con La doctrina del shock: el auge del capitalismo del desastre (2007) que consolidó su papel como una de las voces más influyentes del pensamiento crítico contemporáneo. En esta obra, Klein expone cómo el neoliberalismo no ha sido adoptado de manera natural por las sociedades, sino que ha sido impuesto aprovechando situaciones de crisis, trauma o caos colectivo.
El libro parte de una tesis central: en momentos de conmoción social ya sea por catástrofes naturales, golpes de Estado, guerras o colapsos económicos, los gobiernos y las élites económicas aprovechan el desconcierto de la población para implementar reformas impopulares que benefician a intereses privados. Klein llama a esto "la doctrina del shock", un mecanismo que permite la consolidación del neoliberalismo mediante el uso del miedo y la desorientación colectiva. Lejos de ser un proceso espontáneo o democrático, el avance del libre mercado ha sido cuidadosamente planeado y aplicado de forma oportunista y muchas veces violenta.
A través de un recorrido histórico y geográfico, Klein examina casos concretos en los que esta doctrina ha sido aplicada. Desde el golpe militar en Chile en 1973, pasando por la guerra de Irak, el huracán Katrina en Nueva Orleans o el tsunami en el sudeste asiático, la autora demuestra que estas crisis han sido instrumentalizadas para implementar políticas de privatización, reducción del Estado y apertura de mercados. En muchos casos, estas medidas fueron acompañadas de represión, tortura y supresión de derechos civiles, revelando una cara oscura del neoliberalismo que contrasta con su discurso de libertad y progreso.
Uno de los aportes más poderosos del libro es la comparación entre las técnicas utilizadas en experimentos psiquiátricos con electroshock para "borrar" la identidad de una persona y reprogramarla, y la manera en que las sociedades han sido sometidas a “shocks” económicos y políticos para borrar sus estructuras y reemplazarlas por nuevos modelos económicos. Este paralelismo le permite a Klein argumentar que el neoliberalismo no busca adaptarse a las realidades sociales, sino destruirlas para reconstruirlas según sus propios intereses. Es un proceso de "tabula rasa" aplicado a pueblos enteros.
La doctrina del shock es clave para comprender cómo funciona el poder en el mundo contemporáneo. Más que una simple crítica al capitalismo, es una denuncia hacia los mecanismos con los que se impone un modelo económico que favorece a unos pocos y perjudica a la mayoría. A través de un enfoque periodístico riguroso y una narrativa potente, Naomi Klein logra abrir los ojos del lector sobre una realidad sistemáticamente encubierta: que detrás de cada crisis, muchas veces hay una oportunidad de negocio para quienes están preparados para lucrarse del dolor ajeno. El libro invita a la reflexión y a la resistencia, haciendo un llamado a defender la democracia y los derechos sociales ante el avance implacable del capitalismo del desastre.
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